La avena de importación se destina sobre todo al consumo humano, aunque también suele emplearse como alimento para aves, especialmente para la época de cría.

Pero además, poco a poco,  se está incorporando como alimento para formar parte de los granos de piensos compuestos orientados a la alimentación del ganado.

Y es que debemos tener claro que España sigue siendo un país deficitario en cereales, por lo que es normar que se importen los granos. Debemos tener el cuenta que según las últimas previsiones del Ministerio de Agricultura nuestro país importa casi 14 Millones de Toneladas

Por tanto , en España contamos con dos tipos de avena, la avena importada y la avena nacional, en cualquier caso ambas se pueden adquirir tras un pelado óptimo y una muy importante limpieza del grano, lo que da mayor confianza al cliente.

A nivel mundial existen grandes exportadores de avena, todas tienen una calidad  muy elevada, sobre todo, si tenemos en cuenta que hay que ser exigente con los proveedores, para que estos nos vendan el mejor grano.

En estos momentos, el mayor productor de avena de muy buena calidad es Canadá, en realidad es el primer país a nivel mundial que exporta hasta 4000 millones de toneladas de avena.

Y es que el grano llegado desde Canadá tiene unas cualidades inmejorables ya que en este país son muy exigentes con los estándares de sus cultivos, a lo que se une una estrecha vigilancia  del grano, lo que da lugar a un grano de muy buena calidad y muy demandado a nivel mundial.

Pero además de Canadá hay otros grandes productores de avena de importación como son Australia, Suecia y Finlandia, estos son los principales comercializadores de avena en el mundo. Sus granos son reconocidos a nivel mundial, por la calidad y el extremado cuidado a la hora de su cultivo.

Todos ellos son productores confiables, aunque el grano no sea idéntico, cada país reúne unas condiciones climáticas propias que hacen que cada grano se desarrolle de diferente forma e incluso varían sus propiedades.

Lo importante es que todos seleccionan sus granos cuidadosamente y los procesan bajo las más exigentes condiciones para entregar a los clientes la máxima calidad.

Por ejemplo, los productores canadienses pueden aprovechar el clima fresco del país lo que hace que los suelos se renueven de forma natural, además cuentan con menos plagas y enfermedades de las plantas.